jueves, 2 de septiembre de 2010

historia del peru

Historia del Perú


La historia del Perú abarca de manera continua más de 14 milenios. En el territorio que actualmente es el Perú se desarrollaron muchas culturas que a pesar de no haber tenido algún tipo de escritura conocida (el caso de los quipus todavía está en estudio), han dejado innumerables muestras de su arte y tecnología; en sus tumbas, acueductos, ciudades, andenes, templos, pinturas, tejidos, huacos, etc; que hasta hoy en día siguen ofreciendo sorprendentes descubrimientos.
Un ejemplo de ello es la ciudadela de Caral, descubierta a principios del siglo XX pero postulada recién en 1994 por la arqueóloga peruana Ruth Shady como la civilización más antigua de América (5.000 - 4.500 a.C.).


La historia del Perú abarca los períodos del Antiguo Perú, el Imperio incaico, la conquista y Virreynato del Perú, y la República del Perú.
La etapa más extensa de la historia peruana es la que precede a la conquista española en el siglo XVI. Las evidencias más antiguas de seres humanos en el Perú permiten suponer que el hombre llegó hace unos cien mil años procedente de otros continentes a finales de la última edad glacial, en el pleistoceno para ser exactos.

Los primeros peruanos, organizados en bandas y clanes, eran cazadores y recolectores. La caza de camélidos sudamericanos en las zonas alto andinas (especialmente guanacos); y la pesca y recolección de mariscos en la costa del océano Pacífico (aprovechando la riqueza biológica de la Corriente de Humboldt) fueron sus principales actividades económicas. También elaboraban herramientas de piedra tallada.


Las primeras civilizaciones

Cabeza de piedra de Chavín de Huántar.Hacia el 5000 a. C surge la Civilización Caral en la costa central peruana. Una de sus ciudades más antiguas, Caral, tenía pirámides de piedra, plazas ceremoniales y altares en torno a fuego sagrado. Sus habitantes tocaban música con flautas de dos bocinas. Desde entonces, a lo largo del territorio peruano se sucedieron una serie de tradiciones culturales que originaron Confederaciones, Reinos e imperios durante casi cuarenta siglos.


En 1532, el triunfador de las guerras de sucesión, Atahualpa, se reunió con los españoles en la plaza de Cajamarca. Éste, si bien había ganado las guerras, todavía no era considerado como el Inca, ya que Atahualpa todavía no había reconstruido el mundo, es decir, no había vuelto a entrelazar los vínculos familiares con los pueblos sometidos, ni siquiera había llegado al Cusco (Huayna Cápac habría tenido un buen número de esposas debido a estos lazos familiares con los diversos grupos étnicos, Atahualpa era hijo de una princesa quiteña y de Huayna Cápac). De esta manera, el noble cusqueño mandó a vaciar la ciudad para esta ocasión. Los españoles, con ayuda de los grupos étnicos opuestos a la dominación cusqueña o simplemente opuestos a que Atahualpa fuera el gobernante, en favor de Huáscar, se apostaron de manera estratégica por toda la plaza de la ciudad andina



Tras meses de asedio, los españoles y sus aliados rompen el cerco del Cusco y tras la batalla de Saqsayhuamán recuperan el control de la ciudad. Los ejércitos del inca que atacaban Lima, desertan. Al perder su autoridad y su imperio (cuyas provincias todas se habían independizando, de norte a sur, siendo las únicas fieles las del altiplano al sur de Cusco las cuales se enfrentaron al conquistador Almagro) Manco Inca se retira a su reducto de Vilcabamba, en las montañas al norte de Cusco. Allí él y sus descendientes resistirían hasta 1572, año en que el último Inca, Túpac Amaru, es finalmente capturado y trasladado al Cusco donde fue ejecutado.



El siglo XVIII


En el siglo XVIII, se liberalizó parcialmente la economía. Al abrirse todos los puertos sudamericanos al libre comercio, Lima perdió parte de su poder económico y sus clases dirigentes entraron en franca decadencia.
Como en tiempos de los incas, hubo diferentes insurrecciones contra el poder establecido. Las grandes insurrecciones de Juan Santos Atahualpa en la selva central (1742–1756), la del curaca Condorcanqui (Túpac Amaru II) en 1780 y la continuación de ésta por Túpac Catari en el Alto Perú desestabilizaron el orden colonial y determinaron severísimas represiones de parte de las autoridades. Es entonces cuando el virreinato empieza a militarizarse y los virreyes se preparan para afrontar los tiempos turbulentos de la independencia.

En 1820 el escenario se torna favorable a la independencia. Se produce el desembarco en Paracas del General argentino José de San Martín al mando de las tropas de la Expedición Libertadora del Perú enviada desde Chile por Bernardo O'Higgins luego de haber consolidado la Independencia de aquel país. Así, la situación permanece indecisa luego de varios choques y acciones de propaganda militar (la expedición de Álvarez de Arenales), proclamaciones de independencia de varias ciudades, algunos encuentros armados (como la batalla de Cerro de Pasco en 1820) y de negociaciones frustradas con el Virrey Pezuela. Finalmente el general español José de la Serna, tras un pronunciamiento militar contra Joaquin Pezuela, asume el gobierno del Virreynato, abandona Lima y se establece en Cusco. El cabildo de Lima firma entonces el Acta de independencia que San Martín proclama el 28 de julio, convocando luego un Congreso Constituyente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario